miércoles, 18 de enero de 2012

barco a la deriva

naufraugio


Llegan a Barcelona los primeros supervivientes del naufragio

Los pasajeros relatan escenas parecidas a las de la película Titanic

Los afectados tienen intención de denunciar a la naviera


Un grupo de catalanes, que viajaban en el crucero "Costa Concordia", son recibidos por familiares a su llegada al aeropuerto de El Prat de Barcelona / EFE

Cansados, aturdidos y todavía asustados han llegado esta mañana al aeropuerto de Barcelona los primeros supervivientes españoles del naufragio del crucero Costa Concordia. Los pasajeros han relatado una secuencia de acontecimientos que recuerda mucho a la de la película Titanic: poca información, cortes de luz, golpes bruscos, el enorme barco varándose a uno y otro lado, ruido de platos rotos... Y por fin la salida del buque a bordo de botes salvavidas que no siempre funcionaron como debía, por la falta de uso, según los testimonios, que como en el naufragio más famoso de la historia, también pasaron mucho frío. Algunos de los afectados han explicado que están comenzando a agruparse con la intención de presentar una denuncia conjunta contra la compañía naviera. De forma improvisada, en el mismo aeropuerto, los afectados han confeccionado un listado con los nombres, DNI y teléfonos y mails de contacto.
La cincuentena de supervivientes son de Barcelona y Palma de Mallorca y han volado desde Roma, en un avión de Alitalia. Los pasajeros, que han llegado con la misma ropa que llevaban en el momento del accidente, fueron trasladados anoche a Roma en autocar desde la isla de Giglio, han explicado. El vuelo ha llegado a las 10.30 horas, veinte minutos antes de lo previsto, lo que ha hecho que a la mayoría de pasajeros no les haya recibido ningún familiar.
Los afectados tienen la intención de presentar una denuncia conjunta contra la compañía naviera
Entre los pasajeros que han llegado se encontraba José Peña, que viajaba el crucero junto a un grupo de amigos de Palma de Mallorca. Peña fue de los pasajeros que se lanzó al agua debido a la falta de botes salvavidas, ha asegurado. “Había estado ahorrando tres meses para ir en este crucero, saltamos al ver que no quedaban botes y fuimos hasta la isla nadando”, ha dicho. Peña y sus amigos lo han pasado muy mal al no conocer el paradero de los demás pero se han reencontrado en Roma. Del relato de Peña y otros testimonios se desprende que la falta de botes se debió a que algunos zarparon del barco sin que se ocupara toda su capacidad.
María José Blanco, de Berga (Barcelona) ha explicado como se encontraba en su camarote en el momento de los hechos y cómo la desconcertó el hecho de que la mar estuviera en calma. No fue hasta que su marido regresó de cenar, cuando se dieron cuenta de la magnitud de la tragedia y fueron avisados por megafonía de que se pusieran el chaleco y subieran a la cuarta cubierta. Blanco ha relatado como la situación fue muy distinta entre los pasajeros de uno y otro lado del barco, debido a la situación de inclinación en la que quedó. Los pasajeros del lado opuesto al suyo, ha explicado a Catalunya Ràdio, se vieron afectados por el desbordamiento de la piscina, que provocó que la gente resbalara.
Otra de las incidencias que se han vivido en el aeropuerto la protagoniza un matrimonio de Santander, que tiene del coche aparcado en El Prat pero sus llaves quedaron en el camarote del barco. Tendrán que esperar a que un familiar se las envíe a Barcelona por mensajero. Como el resto de los afectados, el matrimonio que forman Purificación Balbás y Alfredo Herrero han llegado a Barcelona todavía con la ropa que llevaban hace dos días a la hora de la cena. Y “sin documentación, teléfono ni nada”.


miércoles, 11 de enero de 2012

clase de informática

cristina fernández


Polémica por el diagnóstico y el tratamiento de Cristina Fernández
http://ep00.epimg.net/internacional/imagenes/2012/01/09/actualidad/1326130642_986189_1326131111_noticia_normal.jpgEl cambio de diagnóstico de la salud de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, encendió una polémica sobre la rigurosidad del primer análisis en el que se le detectó cáncer de tiroides, el 22 de diciembre, y sobre la procedencia o no de la operación del pasado miércoles en el que se le quitó la glándula. Después de que el sábado los médicos de la jefa de Estado anunciaran que la biopsia de la tiroides extraída indicaba que tenía nódulos benignos, y no cáncer, algunos medios de comunicación y políticos de la oposición plantearon si había habido “mala praxis” en el diagnóstico inicial y en el consiguiente tratamiento de la enfermedad de Fernández, y si había habido una manipulación intencionada de la información.
La historia es así. El pasado 27 de diciembre el portavoz presidencial anunció que la jefa de Estado tenía un “carcinoma papilar” en la tiroides, debía ser operada el 4 de enero y permanecería de baja hasta el 24 de enero porque, una vez extirpado el cáncer, iba a recibir yodo radiactivo para eliminar cualquier resto cancerígeno. El pasado sábado, el portavoz informó que, a partir de la biopsia de la glándula extraída, se modificaba el diagnóstico inicial, que se había obtenido mediante una punción con agujas en el cuello de Fernández el 22 de diciembre. La presidenta aún permanece de baja, pero se especula con que regresará al trabajo antes del 24 de enero.
El pasado domingo, el periódico Clarín, que desde 2008 pasó de aliado a enemigo número uno de los Kirchner, tituló su portada: “La Presidenta fue operada por un cáncer que no tenía”. El artículo principal tenía el siguiente titular: “Hubo un error de diagnóstico”. En un editorial del periódico con más ventas de Argentina se afirmaba que Fernández “sufrió posiblemente una mutilación innecesaria”. Perfil, periódico que se publica los sábados y domingos, tituló “Operación tiroides” y planteó las dudas sobre los cambios en el diagnóstico de la jefa de Estado.
El principal rival de la peronista Fernández en las últimas elecciones de octubre, el médico socialista Hermes Binner, descartó que el Gobierno manipulara la información sobre la salud de la presidenta, aunque justificó que en la sociedad se monten especulaciones dado que en Argentina se trastocan otros datos oficiales como el de la inflación. También pidió al equipo médico presidencial que ofreciera explicaciones.
Así fue que el mismo domingo los médicos de la presidenta redactaron un comunicado ante las “malintencionadas publicaciones de Clarín” y reprodujeron el análisis inicial del cáncer de tiroides. Allí se hablaba de “citología compatible con carcinoma papilar”. Los médicos presidenciales defendieron la seriedad de este análisis y explicaron que el caso de Fernández corresponde al 2% de estudios errados o “falsos positivos” que solo se pueden comprobar como tales cuando se extirpa la glándula y se le practica una biopsia.
Jorge Carrascosa, director del centro de Diagnóstico Maipú, donde se hizo el análisis inicial, ha declarado hoy a Radio Continental que ha sido el primer caso de falso positivo que registra en esa clínica fundada en 1983. También explicó que este tipo de análisis que se descubren errados en las biopsias posoperatorias ocurre en el 2% o 4% de los casos. Médicos especialistas en tiroides consultados por Clarín, Perfil y La Nación coincidieron en que ante una “citología compatible con carcinoma papilar” no había otra opción que quitarle la glándula a la jefa de Estado. En muchas ocasiones incluso se la extirpa cuando hay nódulos benignos, pero son grandes y se encuentran en crecimiento.
“Intentan tergiversar la información, diciendo que hubo un mal manejo”, le apuntó ayer el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, a algunos medios de comunicación y, en especial, a Clarín. Parrilli dijo que Fernández había dado la orden de “contar todo” sobre su enfermedad desde un principio, una política muy distinta a la que siguió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, con el cáncer de colon que le apareció el año pasado.
Al mismo tiempo, periódicos afines al Gobierno publicaron ayer críticas a Clarín y Perfil. “Clarín y la mala praxis”, tituló Tiempo Argentino. “Desear el mal, como un plan sistemático”, fue el titular de Crónica y el económico BAE, que, en cambio, destacaron la cobertura informativa de La Nación, periódico enfrentado con el Gobierno por la regulación del papel para diarios.